HABLEMOS CLARO Y SIN MIEDO
Constatamos, no con tristeza, sino con alegría como las iglesias van quedando vacías, las catedrales abandonadas y los clérigos despreciados. Si constatamos con alegría que por fin la gran farsa en la que se ha edificado este imperio terrenal, esta saliendo a la luz y descubre sus mentiras y vergüenzas: avaricia, gula, lascivia, terror , falsedades, hipocresía, pederastia, etc. etc. son los aspectos que han marcado la existencia de un institución que lejos de ser espiritual, se ha enfangado en los vicios materiales, que ha estado marcado desde el principio por la mentira, la falsedad, la coacción, la amenaza, y la imposición de su doctrina mediante el terror, la hoguera, el asesinato y las guerras.
El poder de la iglesia católica, al igual que el imperio romano, del que heredo sus costumbres, se esta descomponiendo y terminará cayendo, y no solo por su descomposición interna, sino porque los fieles abandonan ya un falso estamento (el de la religión) que no ha logrado traer la paz al mundo, sino que le ha sumido muchas veces en la persecución, el exterminio, el horror y la muerte.
Un día tras otro nuevos casos de pederastia, exhibicionismo, corrupción económica y avaricia, salen a la luz pública, dejando al descubierto que el entramado eclesiástico solo es una tapadera, tras la cual la mayoría de la iglesia, lucha por mantener un imperio que les mantiene a cuerpo de rey, disfrazada de cristianismo, con un poder mediático para asustar a los pobres ignorantes, coaccionando y amenazando con las torturas del infierno, so falta de la tenebrosa y horrenda inquisición.
Hoy sabemos que el catolicismo es la continuación solapada del imperio romano, que mezclo astutamente creencias paganas de los romanos que tenían base babilónica con el cristianismo puro, o sea un imperio apostata, donde se unifico y creció a lo largo de la historia para su sobrevivencia como religión universal y ente político confundidora de ideas y pensamientos hacía los que creen en ella, con elementos ocultistas propios de los que esconden algo ilícito y falso. Esto ha permitido a la iglesia existir de forma continua, perpetrando sus fechorías, inmersos en su propia degradación moral, pero eso si confundiendo con su peligroso ecumenismo, haciendo ver que el que no es cristiano es pagano y merece morir en la hoguera.
Pero hoy, lo tan temido por la Iglesia ha llegado, aquello que durante siglos trataron de amordazar y sepultar, requiriendo para ello a la tortura, la hoguera y el asesinato, aquello que dejaría al descubierto sus mentiras, su falsa religión, su imperio económico mediático: LA CIENCIA y a esto ellos se apresuraron a llamarlo: EL ANTICRISTO. Hoy la información, el conocimiento y la luz, derivadas de la ciencia, les ha dejado con el culo al aire y ya solo mantienen el poder económico, porque han perdido el espiritual y han arrojado la moral y los principios por la borda en pro de su bienestar terrenal.
La luz que ellos han pretendo arrojar mediante la supuesta palabra de Dios, solo ha servido para hacer avanzar un paso a la humanidad, y hacerlo retroceder seguidamente dos, demostrando la farsa que siempre han mantenido para dominar al igual que las sectas, las mentes de los ignorantes, con una pretendida "fe" religiosa (simple falacía) con la cual se apoderaron de millones de mentes en provecho de su imperio económico y terrenal.
Su defensa de tales hechos la justifican diciendo que nadie ha protestado desde el mas allá. Que sinvergüenzas, no tienen principios ni moral. Ahora que ya no tienen su policía del terror, su arma de tortura, despiadada y destructora (La Inquisición), y las dictaduras que le han apoyado, están cayendo en picado, y al final no sabrán donde refugiarse, para huir de la ira que sus injusticias, atrocidades y mentiras han provocado.
Y aun así la decadencia de la iglesia católica romana, no le esta llegando por su inmoralidad y degradación,que es mucha, (porque los innumerables escándalos que estamos conociendo, son solo la punta del iceberg), sino por el descubrimiento de la falsedad de una religión que desmantelada por la "ciencia" ( su anticristo), solo ha traído al mundo, imposiciones, miedo, torturas, y guerras.
Las religiones tienen su principio y fin. Sus orígenes se erigieron como un motor clave en el desarrollo de las sociedades primitivas y por lo general tuvieron gran peso en la estructura del poder de estas, hasta el punto en que un gobernante jamás hubiera podido acceder al poder y una vez allí gobernar sin el visto bueno de los lideres religiosos. Y en consecuencia las decisiones políticas, se han ido manifestando, no como un acuerdo entre personas, sino que se imponían como dictámenes divinos, sujetos a consideración y aprobación de los lideres religiosos.
Cuando los estados se dieron cuenta que la verdadera democracia nunca podría ser una realidad mientras una religión en particular tuviera el control político de un país, empezaron a estrechar la relación entre estado e iglesia, exceptuando los regimenes fascistas que la acogieron bajo su protección y es entonces cuando a la luz de las libertades otorgadas por estas democracias que hemos empezado a conocer y saber de un entramado religioso que ha sido la mayor estafa y fraude de la humanidad y esto solo conociendo la punta del iceberg de tanto escándalo, mentira y corrupción.
Pues definitivamente la poca afluencia de gente a sus iglesias y catedrales es el reflejo de la decadente religión católica fiel a sus intolerancias y abusos que no ha sabido y no puede adaptarse al nuevo siglo, así mismo no ha podido erradicar practicas nefastas como la pederastia, cometida contra nuestra niñez y solo trata de ocultarla o negarla.
La iglesia esta condenada no ha desaparecer, pero si a ser solo una rara secta y un vago recuerdo de la humanidad si no se acopla a las nuevas normas de sociedad vigentes:
Cuando en vez de negar y ocultar la pederastia la señale y la castigue y reconozcan su homosexualidad en tan alto numero
Cuando de VERDAD apliquen en ellos mismos los votos de pobreza que tan remarcados están en la Biblia y cambien su manera de vivir sus altos mandos incluido el PAPA y todo su séquito de cardenales y obispos que viven una vida de lujos y privilegios, incluso pasando por encima de la autoridad.
Cuando dejen de recibir Narco-Limosnas y reconozcan su corrupción en las políticas bancarias del vaticano
Cuando cambien su idea de que son la Religión Única y Verdadera, y entender que hay otras religiones, con tanto fundamento como la suya, o sea igual de falsas, mediáticas e hipócritas
(aquí quiero aclarar que no todos los curas son así, hay quienes de verdad ayudan a los demás sin importar nada, para estos que ayudan a los mas desfavorecidos y evitan las injusticias, ayudando a evitar la miseria el sufrimiento y el dolor, todo mi respeto.
La connivencia de la iglesia con las dictaduras omitiendo los crímenes de guerra cometidos por esta, el exterminio de civilizaciones, (árabes, judíos, indios) así como la masacre de ordenes religiosas por ejemplo la de Los templarios, Cataros, Hugonotes, etc, y la implacable persecución de la tenebrosa Inquisición hacia todos aquellos cuyos conocimientos estaban fuera del sectarismo de la iglesia, hacen de esta una institución que nada tiene de benévola y si mucho de tiranía y despotismo.
Ahora está en contra del aborto, tachándolo de asesinato, del uso del preservativo como algo contrario a la religión, "¿que religión prefiere que mueran las personas contagiadas de sida y mil enfermedades mas o que nazcan niños en los sitios mas pobres del mundo para que luego mueran de hambre?", están en contra de la eutanasia, "¿como pueden demostrar tan poca piedad ante los terribles sufrimientos de una persona que no tiene cura y que esta pidiendo a gritos la muerte?" ¿ Es abominable el aborto? Yo digo desde aquí que lo único abominable es la religión que practican y abominables quienes hipócritamente la imparten.
No se conoce hasta ahora pensamiento capaz de defender con tanto necio ahínco al embrión -un proyecto de vida- y a la vida artificial, sea la terminal asistida, sea la sostenida sólo por un artilugio alimenticio. Pero es que además no se sabe de nadie que actúe y piense así, y al mismo tiempo desprecie con el silencio consentidor la vida plena segada en conquistas históricas, en guerras, en invasiones y en ocupaciones de otras naciones y pueblos. Desde la ciudad del Vaticano jamás se ha escuchado una sola palabra de arrepentimiento por su apoyo a pretéritas y genocidas Conquistas, ni contra las actuales barbaridades del imperio. Sin embargo Benedicto califica de “abominable asesinato” la humanitaria retirada de la sonda a Eluana. ¡Qué miserable sensibilidad la suya! ¡Qué gran farsante del siglo XXI!
Está visto que sin dictadores de derechas, los aspavientos papales no son más que cabriolas de bufón. En cuanto cesa la presión psicótico de la Iglesia en la sociedad, la inteligencia más natural y sensitiva percibe fácilmente el sensacionalismo calculado de Benedicto con este calificativo de asesinato abominable difundido urbi et orbe. Incluso preclaros hombres de fe que Benedicto o sus antecesores tratan de heterodoxos, no aceptan que ese calificativo sea propio de un ser normal.
Lo que persigue la iglesia sin duda, es concitar con este golpe de efecto la atención del mundo habida cuenta la enorme y progresiva pérdida de prestigio de la Iglesia católica desde que las dictaduras van desapareciendo o se van transformando en tiranías colegiadas que son las democracias neoliberales.
la Iglesia católica, o al menos la Iglesia interpretada por el Estado Vaticano, tiene todas las trazas de ser una multinacional que en la vorágine de tanto escándalo va a la quiebra, y no sólo la material, sino sobre todo la moral y espiritual. Y además con carácter ecuménico, que es como llaman ellos a lo universal.
No es de extrañar tal como afirma la profecía de Nostradamus que estemos presenciado el papel del penúltimo papa que tendrá la iglesia católica y comience el ocaso de una religión que poco a poco pero inevitablemente pierde la capacidad de control social y político y de influir en los destinos de una sociedad que basa su organización y supervivencia en la fe que surge de la razón y los principios humanitarios, y la sabiduría popular, dejando de lado creencias sin fundamento que solo son falacias usadas en provecho de aquellos que forjaron un imperio con el terror, la amenaza con castigos divinos y la violenta imposición
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